La noche del 5 de enero de 2023 pasará a los anales de la historia del DEPORTE de ELDA. Fue el día en el que más de 5.200 almas (con más de 500 seguidores del Athletic Club) vibraron con el choque de 1/16 de final de la Copa del Rey entre el Deportivo y el equipo copero por excelencia del balompié hispano: el Athletic Club de Ernesto Valverde. El equipo que más en serio se toma la Copa, el Athletic, con el que el técnico que más en serio se toma el torneo del KO, Ernesto Valverde, frente a un CDE que acabó capitulando por 1-6. El marcador ya era lo de menos, el ambientazo dentro y fuera del estadio y el recibimiento a ambos buses fueron de los que marcan época. HASTA LOS REYES MAGOS ACUDIERON A LA CITA…
MIGUEL SANTIAGO RICO. Cuando emergió el emparejamiento con el Athletic Club nos encantó por ser un grande de España y un club señor, muy simpático en estas latitudes. Pero no nos gustó nada porque es el club que afronta con mayor seriedad y determinación esta Copa del Rey: 23 títulos para un total de 39 finales en 118 ediciones disputadas hasta la fecha.
Valverde aterrizó en Elda con toda su artillería, alineó a todos los que estaban en disposición de jugar menos a Unai Simón, porque como acontece en el CDE con Vallejo, el portero de la Copa es otro: Julen Agirrezabala. Su escuadra irrumpió con intensidad y un grado de concentración notable y todavía así el Deportivo fue mejor en los primeros 35 minutos con aquella inolvidable opción de gol que Juanto no acertó a alojar en las mallas. A raíz del 0-2 del entreacto, la segunda mitad fue completamente dispar y los rojiblancos se exhibieron netamente mejores hasta el 1-6 final que fue excesivo para los méritos colectivos de unos y otros.
LA INTRAHISTORIA: Pero lo trascendente del jueves, visto que las opciones de alcanzar la ronda de octavos eran más bien quiméricas, fue lo histórico del evento: el ambientazo pre, durante y post-partido.
Elda Norte se concentró en Ronda 4 desde primera hora de la tarde y luego se dirigieron a la confluencia entre Camilo José Cela y Heidelberg, donde ya desde bien temprano se iban concentrando seguidores del Deportivo, ataviados con camisetas y bufandas azulgranas. AMBIENTAZO HISTÓRICO.
Por cierto, me encantó el lema de la pancarta desplegada por los Elda Norte: «de abuelos a nietos». Chapeau para ellos.
A las 19:15 horas aproximadamente apareció el coche que conducía al triunvirato arbitral y poco después arribó el bus del Athletic. Sin embargo, el momento cumbre de la tarde-noche fue cuando el autobús del CDE, procedente del hotel AC, alcanzó al punto de encuentro de todo el deportivismo. Fue emocionante, vibrante, maravilloso, el clima que se creó, un diez para toda la hinchada del Deportivo. El descenso entre vítores de los futbolistas y cuerpo técnico del Deportivo parecía el de un club de primera división. Imponente.
EL ESTADIO: El estadio se fue llenando paulatinamente. Desde tribuna se podían advertir las colas que había para acceder a general y fondos por cuanto la supletoria disponía de su opropia puerta con asientos no numerados que se poblaron enseguida. Al filo de las nueve menos pocos minutos el estadio ya estaba a reventar. Por cierto, resultó muy emotivo el minuto de silencio para Edson Arantes Do Nascimento «Pelé» a los sones del excelente arreglo musical de un gran deportivista como Ernesto Rico Juan.
La organización del encuentro a cargo del CDE creemos que fue más que decente. No era nada sencillo albergar a más de 5.200 personas. Varios seguidores nos habéis comentado algunos fallos que se pudieron producir pero que se trataron de solventar con la mayor celeridad posible.
Hubo fair play en el verde y en las gradas y todo discurrió sin incidentes, hay que felicitar a ambas aficiones por ello. Una vez concluyó el encuentro y los futbolistas del Athletic Club se ducharon, atendieron a todos los niños con plausible amabilidad y se fotografiaron con ellos, les firmaron autógrafos etc. con total profesionalidad y simpatía, incluido el mismo Ernesto Valverde que hizo lo propio tras salir de la sala de prensa Juan Antonio Sáiz. Por cierto, chapeau también para Pascual Pérez que siempre estuvo atento en las estribaciones de vestuarios para que todos los niños disfrutasen de la presencia de los futbolistas rojiblancos.
Fue una tarde-noche inolvidable que relataremos durante años y aunque ojalá no tarde mucho en repetirse. Ojalá a final de campaña podamos ver al CDE en segunda división y podamos ver a otro Primera, si es posible uno de los dos grandes, Real Madrid o FC Barcelona, en Elda. Convencidos estamos que no serían tan sumamente competitivos como este fantástico Athletic Club del Txingurri Valverde.
ELDA volvió a estar a la altura de una gran cita que se visionó en toda España y en medio Mundo. Sólo nos faltó que el resultado hubiese sido menos abultado porque el colectivo de Estévez que nos maravilló en 35 minutos, se merecía un marcador mejor. Ahora a ganar en Villafranqueza.
Por cierto, don Salvador Cambronero tenía que estar feliz porque la fiesta fue de las que marcan época con los dos equipos de sus amores en liza. El resultado, insistimos, ya era accesorio.
¡AÚPA DEPORTIVO SIEMPRE!