Juan Francisco Machado Fernández recibirá el sábado 15 de junio en el palacio de Exposiciones y Congresos de Santander un merecido y plausible reconocimiento a algunas décadas de dedicación exclusiva a su gran pasión: EL BALONMANO. La Real Federación Española de Balonmano va a tributar en la capital cántabra pleitesía a un GRANDE de nuestro deporte, a uno de esos grandes currantes del Balonmano que nunca ambicionaron ser mediáticos sino que más bien se han dejado el alma por este deporte y sus gentes, tanto en Elda antes, como en Petrer ahora. Pero nunca con la pretensión de recibir nada a cambio. Todo el mundo lo conoce como EL MAESTRO,
MIGUEL SANTIAGO RICO. Conocí a Juan Francisco Machado Fernández hace unos cuantos años. Me impactó desde siempre su pasión por el BALONMANO y sobre todo cómo transmitía esa pasión suya a las chiquillas, cómo se enamoraban de nuestro deporte gracias al MAESTRO. ¿Por qué MAESTRO? Quizá su pasión por el mundo de la tauromaquia le hacía utilizar tantas veces lo de MAESTRO que al final él que llamaba MAESTRO a diversas personas de su entorno, al final esas personas todos conocían a Machado como EL MAESTRO.
Lo conocí dirigiendo el deporte escolar en el colegio Juan Rico y Amat, en donde, por ejemplo, descubrió a nuestra primera deportista olímpica: Isabel María Ortuño Torrico, la zurda de oro del balonmano eldense. Lo conocí también iniciando su ejecutoria en la estructura de base del CBMF Elda Prestigio y como ayudante de Sandoval en la primera plantilla de división de honor en el arranque de la etapa gloriosa de las blanquiazules de Elda.
Siempre fue una persona humilde, sencilla, educada, nada «figurón», sino todo lo contrario, prefería permanecer al otro lado de los focos antes que aparecer en las imágenes o en las entrevistas. Siempre trabajando en favor de nuestro deporte y sin pretensión de hacerle sombra a nadie, sino todo lo contrario, cooperante muy necesario, colaborador de quien le pidiera ayuda, hombre de club etc. Machado es un perfecto conocedor del balonmano formativo, siempre le ha gustado trabajar en la base y especialmente con las más pequeñas. Pocas personas en este país conocen el balonmano femenino de base tan magníficamente como EL MAESTRO.
No terminé de entender su salida del club eldense y me alegré de su fichaje por el Hispanitas Balonmano Petrer, donde ha desarrollado y viene desarrollando una labor superlativa, extraordinaria. No hay nadie como él en la detección de nuevos talentos y el balonmano femenino de Petrer le debe muchísimo, casi todo.
En nuestro deporte como en otros, siempre encuentras el típico perfil del «descubridor de la penicilina», aquel que sabe más que nadie cuando no tiene ni idea de casi nada, aquel que sólo está por figurar, por su propio plurito personal, aquel narcisista empedernido que se va mirando su sombra, el clásico «vendedor de humo» del que no te puedes fiar para nada. Pero afortunadamente también existe su antagonista: el perfil del currante, de aquel chaval humilde, aquel que no necesita el auto bombo permanente para brillar, para ser respetado, para ser querido por lo que es, por lo que vale, no por aparentar lo que ni siquiera es. Este segundo perfil es el que hace grande, muy grande a nuestro deporte, ESE PERFIL ES EL DEL MAESTRO MACHADO. Con el que tanto hemos aprendido en las retransmisiones de balonmano como comentarista o a lo largo de este curso como tertuliano en BALONMANER@S.
Ha sido subir el post del galardón que recibirá en Santander el 15 de junio para que las redes exploten para felicitarle de todo corazón porque EL MAESTRO es muy querido y respetado, él se lo ganado a pulso y el presidente Blázquez ha tenido unas palabras de felicitación muy emotivas y muy merecidas porque nuestro deporte le debe mucho a personas como EL MAESTRO.
Su padre, don Francisco, estará en su butaca celestial muy orgulloso cuando lo vea recibir el premio en el palacio de Exposiciones y Congresos de Santander. No es para menos. EL MAESTRO SE LO MERECE, EL BALONMANO LE DEBÍA UNA, YA ESTÁ PAGADA.