Cuando un profesional y apasionado del periodismo en general, y del balonmano en particular como es Miguel Santiago Rico Payá me escribió hace escasas jornadas solicitándome un análisis técnico-táctico de un jugadorazo que esta temporada voy a tener la suerte y el honor de entrenar (puesto que me he comprometido como segundo entrenador ayudante de Sergio Carballeira en el Servigroup Hoteles Benidorm de Liga Asobal) inmediatamente me vinieron a la cabeza dos pensamientos.
ISIDRE PÉREZ. Por un lado, y con mucho mayor peso, el enorme orgullo que supone para mi que Miguel Santiago recurra a mi para este tipo de análisis (ya son varias ocasiones, y que sean muchas más) y por otro lado, la sensación de pensar que puedo decir y aportar yo que todavía no sepa el mundo del balonmano (en gran parte, gracias precisamente a Miguel Santiago) de un deportista, de un balonmanista superlativo, de nombre Juan Carlos y de apellidos Sempere Pérez y como he citado anteriormente, de procedencia eldense, localidad con solera balonmanista donde las haya.
Desde luego, desde hace unas cuantas temporadas, yo ya llevaba “localizado” a Juan Car, desde las categorías base en Elda y posteriormente ya en el Bm. Benidorm de Liga Asobal. Tanto por televisión como acudiendo siempre que podía al Palau de Benidorm a presenciar los partidos, desde el primer día y lo más importante, con una línea ascendente partido tras partido, Juan Carlos siempre ha mostrado y sigue mostrando no una ni dos destrezas que destaquen sobre las demás, sino tal variedad, tal riqueza tanto técnica como táctica y todo ello, como he apuntado anteriormente, en línea ascendente de forma constante.
Pero ahora todo es, digamos, “diferente”. Si hasta la temporada pasada, Juan Carlos ya me parecía un jugadorazo, además los que me conocen como entrenador saben que los centrales “jugones” son mi debilidad, ahora desde dentro del vestuario, y teniendo la suerte de tenerlo como jugador, es cuando estoy viendo todavía más el jugadorazo que es…¡Y eso que sólo llevamos una semana de pretemporada!.
Central con una capacidad táctica y técnica tremenda, de jugar él mismo y sobre todo, como buen central, hacer buenos a todos sus compañeros. Además de ser completísimo a nivel ofensivo táctica y técnicamente, puede desenvolverse además en la posición de lateral, compartiendo en ese caso primera línea con otro “jugón” superlativo, que no es otro que Nacho Valles. Variante esta, la de jugar con dos centrales a la vez que personalmente siempre me ha encantado, y más cuando en el equipo que practica esta variante dispones de buenos extremos en la finalización y buenos pivotes en la coordinación con la primera línea, circunstancias que se dan en el Servigroup Hoteles de Benidorm.
Además, esta variante con dos centrales aumenta y mejora el abanico de posibilidades ofensivas en situaciones concretas como por ejemplo, determinados tipos de 7×6.
Además de todo ello, y teniendo en cuenta, como apunté al principio, que en líneas generales, poco nuevo voy a descubrir que ya no se sepa en referencia a aspectos puramente deportivos de Juan Car, lo que sí estoy descubriendo, al estar dentro del vestuario esta vez, y por tanto, desde una óptica totalmente diferente a ser un entrenador y aficionado al balonmano desde fuera del mismo, es que además de lo jugadorazo que es, Juan Carlos es un chaval extraordinario. Humilde, trabajador, empático (frecuentemente pendiente, por ejemplo, de Luís, un central juvenil, de características similares a Juan Carlos, salvando las enormes distancias, obviamente, existentes entre ellos), además desde dentro también he observado que le encanta el balonmano, factor indispensable para triunfar en cualquier aspecto de la vida, bajo mi punto de vista, realizar todo con mucha pasión.
Y lo más importante de todo es que Juan Carlos tiene muchísimo margen de mejora, aún no ha tocado techo, el cual considero que lo tiene muy alto.
Es por ello que tengo la enorme suerte de poder tener como jugador a este chaval de Elda, que ya tiene un presente tácito, pero que el futuro a corto, medio y largo plazo que le depara este deporte tan magnífico como es el balonmano, no tengo dudas de que será, si las lesiones le respetan (toquemos madera que así sea) es, sencillamente, ilusionante.
JC SEMPERE
