Tras un desenlace más bien dramático, Adesal Córdoba perdía la categoría de Liga Guerreras Iberdrola a finales de mayo. Esta temporada las cordobesas jugarán en el grupo D de la división de honor plata y disfrutarán de una eldense en sus filas. Se trata de la joven portera Andrea Garijo, de 21 años de edad. EL RÉCORD la ha entrevistado antes de iniciar los entrenos con las cordobesas.
MIGUEL SANTIAGO RICO. Andrea Garijo se inició en las escalafones inferiores del CBMF Elda Prestigio a las órdenes de Isabel Ortuño y después de jugar en la estructura de base blanquiazul la fichó el Balonmano Benidorm para que el que ha jugado las dos últimas campañas. Andrea es una portera grande, de 1.77 metros de estatura, que sin ir mas lejos cuajó un auténtico partidazo en Elda la pasada campaña. Ahora, el Adesal Córdoba la ha fichado y está encantada con su nueva aventura cordobesa.
EL TESTIMONIO DE ANDREA: Andrea Garijo comenzará los entrenos con el Adesal el próximo miércoles 1 de septiembre y así ha respondido a las preguntas formuladas por EL RÉCORD.
«Fue gracias a Nerea, la portera del Elda Prestigio, le preguntaron de Córdoba por si conocía a alguna portera y se acordó de mí. Gracias a ella el club cordobés se puso en contacto conmigo. Al haber jugado hace un año en en el grupo andaluz se acordaban de mi y me dijeron que les gustaba como jugaba y que si podía, estarían encantados de que jugará con ellos».
«Aún no sé bien como es el equipo. El 1 de septiembre ya voy a estar allí con ellas pero la verdad que las sensaciones que me dieron son muy buenas, se nota que es un equipo cercano que les importan las jugadoras y hablando con ellos note que tienen muchas aspiraciones de poder hacer una temporada muy buena. Creo que va a ser un grupo fuerte en el cual voy a disfrutar».
«Espero que sea una temporada buena. Sí, la verdad que con aspiraciones a jugar la fase de ascenso. Irme a Córdoba es un reto para mi ya que nunca había estado fuera de casa».
«Los dos años de Benidorm me ayudaron mucho a crecer como portera. Yo venía de haber pasado un año duro por mi lesión de hombre y la verdad es que el equipo me ayudó mucho. Tuve muy buenas compañeras, entrenadores y delegados. Gran parte de culpa de haber mejorado como portera se lo debo a Miriam Sempere, es una gran portera y una gran compañera en portería y eso es de agradecer».