Pepe Domingo Castaño (Lestrove-A Coruña. 1942) iba a cumplir el próximo 6 de octubre 81 años. Pero como aseveraba Lama esa no era su edad real, porque siempre transmitía jovialidad y ganas de vivir y cuando lo veíamos en los directos de Tiempo de Juego siempre se le veía joven, parecía que los años no discurrían por él. Su inolvidable «Hola, hola» transmitía siempre una energía y unas extraordinarias vibraciones que los apasionados de la radio siempre recordaremos. La radiodifusión española no se entiende sin citar a Pepe: «PEPE ES LA RADIO».
MIGUEL SANTIAGO RICO. Mi padre me transmitió desde pequeño su pasión por la radio, especialmente por la radiodifusión deportiva. Me hablaba de Bobby Deglané, de Joaquín Prat, de Vicente Marco en Carrusel Deportivo y por su puesto de Pepe Domingo Castaño, el animador por excelencia de la radio deportiva. Primero en Carrusel y con posterioridad en Tiempo de Juego.
Le he seguido durante muchísimos años y estoy triste. Su pasión por la radio, su forma de comunicar y de entender la comunicación, su capacidad inventiva en el ámbito publicitario haciendo de la publicidad radiofónica un arte, su dominio de la escena, sus tablas, su energía, su transmisión de felicidad, son un legado vitalicio e impagable para los que amamos la radio.
Pepe es el maestro, el icono referencia, el espejo donde mirarse, el arte de hacer radio: «PEPE ES LA RADIO».
Me encanta la frase con la que termina su libro: «Hasta que se me acaben las palabras»: «Ni la tele ni la canción, esporádicas incursiones sin peso específico en mi alma, entrarán en la sala de trofeos de mi nostalgia.
Sólo estarán los amigos de verdad, la familia. los maestros que me enseñaron a hablar y a vivir, y LA RADIO: ESA ESPECIE DE DIVINIDAD SONORA A LA QUE HE ADORADO Y SEGUIRÉ ADORANDO HASTA QUE SE ME ACABEN LAS PALABRAS».
Gracias, Pepe, por hacernos tan felices, ¡GRACIAS POR SER LA RADIO, JAMÁS TE OLVIDAREMOS, TE QUEREMOS, TE ADMIRAMOS!